viernes, 12 de junio de 2009

Condenable violencia en Bagua

La guerra de dos mundos


La semana pasada se desató un terrible conflicto en la provincia de Bagua, situada al noroeste del departamento de Amazonas, al norte del Perú. Los problemas empezaron en la primera semana de Abril, pero lo que debemos saber es que al principio todo era huelga sin violencia.
Los indígenas exigen que se cancelen los diez decretos legislativos que el Ejecutivo, liderado por Alan García, dio. La AIDESEP (organización de los indígenas) afirma que esos decretos van en contra de sus tierras y de la selva peruana en general. Según su propia versión, fueron cerca de 5 mil indígenas los que comenzaron a bloquear las carreteras y se posesionaron en una parte de la carretera llamada “La Curva del Diablo”. Esto provocó la ira del gobierno que inmediatamente mandó cuerpos policiales a la zona del conflicto. Los policías arribaron el pasado 5 de Junio y es a partir de ese momento cuando comenzaron las muertes y el sufrimiento de ambas partes.
El primer ministro, Yehude Simon, responsabilizó al líder indígena Alberto Pizango por las muertes de los policías y de los propios indígenas. “El señor Pizango y los dirigentes (amazónicos) engañaron al Gobierno, engañaron a las comunidades nativas y han estado falseando constante y permanentemente la verdad”, sostuvo. Lo preocupante es que todo el gabinete ministerial afirmó que solo había tres nativos muertos, mientras que la AIDESEP decía que eran más de 20. La enfermera Teresa Romero dijo que: “Hay 40 heridos, todos de bala, han sido balas al cuerpo, a la cabeza, al abdomen, porque ellos (los policías) han querido matar a los hermanos". Finalmente se comprobó que existían cerca 23 nativos muertos y de 22 policías fallecidos.
En mi opinión y como conclusión, es una situación muy comprometedora pues ambas partes creen tener la razón y no se pueden sentar a conversar. Los nativos defienden sus tierras y el Ejecutivo dice que son intereses del gobierno. Como peruano responsable, espero que las muertes paren y que no haya más sufrimientos, por ambas partes.


viernes, 5 de junio de 2009

Sociedad Peruana

El campeón mordió el polvo de la derrota



El pasado domingo 31 de mayo, el español y número 1 del ranking mundial, Rafael Nadal cayó en octavos de final del Roland Garros. El mallorquín de 22 años había ganado el torneo parisino por cuatro años consecutivos, desde 2005. Había derrotado en las últimas tres finales a su acérrimo rival Roger Federer.
En primera ronda, Nadal le ganó con autoridad al brasileño Marcos Daniel, luego en segunda ronda al ruso Gabashvili y en tercera al ex número 1 del mundo, el australiano Lleyton Hewitt. En octavos de final, se enfrentaba al sueco Robin Soderling, número 25 del mundo. Los pronósticos eran todos para el español, el mundo del tenis estaba confiadísimo en que sacaría el partido adelante. Pero el sueco dio el batacazo del torneo. Le ganó 6-2 6-7 6-4 7-6 y por primera vez en la historia, Rafa Nadal se tuvo que ir derrotado del Roland Garros.
Lo curioso es que el público francés se volcó totalmente a favor del sueco, lo que generó molestias en el entrenador de Rafael, Toni Nadal, que los llamó “estúpidos”. Lo cierto es que la gente aplaudió a rabiar cuando perdió el tetracampeón, una de las causas puede ser la conocida rivalidad entre franceses y españoles.
Soderling le cortó a Rafel Nadal la racha de 31 partidos ganados sobre la arcilla parisina, también le arruinó las esperanzas de ser el único pentacampeón del torneo, por lo que seguirá compartiendo los honores con el sueco Björn Borg.



El poema más escuchado


Este año, han sucedido muchas cosas divertidas. En Marzo, a principios de año vino un reconocido poeta nacional a darnos una charla sobre César Vallejo. El se llama David Noboa, y nos relato su poema. Yo estaba sentado al lado de un compañero llamado Alfredo, y nos reímos un poco con su relato. A la salida dicho compañero comenzó a repetir una parte del poema, que decía así: “Quiero escribir, pero me siento como un PUUUMA”.
La frase sonaba muy chistosa cuando él la decía, y además como lo repetía muchas veces más aún. Hasta que nos comenzó a aburrir a todos, pero mientras duró, nos causó muchas risas en el colegio.